Valencia: Mini-ruta cervecera (2019)

El pasado sábado decidimos cambiar de aires y dar una vuelta por Valencia a ver qué se cuece por la capital y con una idea muy simple en la cabeza: cerveza.

Como todo buen plan de poca planificación, el día empezó perdiendo el tren, así que tras esperar una hora al siguiente y la ya de por si cansina hora y pico de trayecto de Cercanías, llegamos a la Estació del Nord a la hora de comer. Avenida arriba vamos a desembocar en la cervecería-restaurante que tienen la gente de Birra & Blues en el centro de la ciudad.

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Buena decoración, 10 grifos de sus propias cervezas y menú del día a 14€ los fines de semana. No es barato, pero se come relativamente bien -al menos en cantidad-. Por ejemplo, nos cogimos dos menús: unas bravas y un taco como primeros/aperitivos, solomillo con salsa barbacoa y pizza de 20 cm como segundos y 4 bolas de helado (lástima que no tuvieran la panacota, lo que dejaba las opciones en helado o fruta…). Bebida a parte, y esto es importante, porque la pinta cae a 5.50€ y la media a 3.25€ (todas de la casa). Nosotros nos decantamos por la IPA Blues para acompañar la comida y algún taster al final, una edición limitada de cerveza rubia con castañas, que no nos convenció mucho.

Bajamos la comida dando una ligera vuelta, buscando nuestra siguiente parada: Las Cervezas del Mercado. Situado en el primer sótano del Mercado de Colón, es una tienda-taproom de 16 grifos de cervezas mayormente belgas, pero también con una cerveza local de Zeta Beer o alguna americana, con precios entre los 2 y pico y los 4.50€ para las americanas, todo en formato pequeño. Allí cayeron unas pocas, pero la verdad es que notamos algo raro, especialmente con alguna cerveza que ya había probado anteriormente y que allí me resultó extrañamente sosa. Como si llevara mucho tiempo el barril abierto, todas me parecieron aguadas, insulsas y sin apenas aroma, así que me decanté por hacer solamente una reseña… no me gusta juzgar algo si no está en sus mejores condiciones.

Una vez recuperados del pequeño tropezón y despago, tocó jugar sobre seguro y plantarnos como los primeros clientes de la tarde en Olhöps. Segunda visita que hago, y las que faltan. 10 grifos de puras brutalidades y exquisiteces de todas partes del globo, desde Valencia hasta EEUU, pasando por locuras nórdicas y ediciones limitadas. Tres cervezas cayeron entre los dos, mas una lata en la mochila. No puedo evitarlo.

Escapada cortita pero que tenía ganas de hacer y preveo que saldrán algunas más como ésta. Aún me quedan sitios por visitar en Valencia, por no hablar de Barcelona, Madrid y otras ciudades referentes en cuanto a cerveza artesana en nuestro país. Me verán las barbas, lo prometo.

Y ahora, ¡las reseñas!